lunes, 17 de junio de 2013

Bolsilibros.

 










 ¿Porqué lees novelillas de a duro?

 Justificación 1ª:

 Cuando nos referimos a la novela popular española tenemos que tener presente que se trataba de un material de producción casi industrial. Los autores eran unos artesanos de la escritura. La perioricidad, generalmente semanal, de las colecciones, la gran cantidad de estas, el número de las diversas editoriales para las que podían emplearse obligaban a una producción estajanovista. Se cuenta que, alguno de los autores más populares, podían escribir tres o cuatro novelas cortas mensuales, de diversos géneros, desde el Western al Rosa, pasando por el Bélico y la Ciencia Ficción, sin posibililad ni tiempo para corregir los textos, estrujándose las meninges para pergeñar, puntualmente, tramas originales y, sobre todo, entretenidas.
 Porque eso, sobre cualquier otra consideración, es lo fundamental en una obra de novela popular, que sea entretenida. Aquí, en estas pequeñas novelas de coloridas portadas, tamaño justo para caber en un bolsillo del blusón, y páginas amarillentas y gastadas por el continuo intercambio, no hay sítio para estúdios sicológicos de los personajes, ni entreveradas tesis sociopolíticas del entorno en que transcurren *. Aquí pasan cosas.


 Justificación 2ª


 Theodore Sturgeon dijo una vez: "El 90% de la ciencia ficción que se publica es basura." Y añadió, cuando reparó en la cara que ponian sus compañeros escritores con los que estaba reunido: "Pero eso es algo que se puede decir de cualquier cosa."
 Dudoso consuelo para sus compañeros pero una verdad universal. Y en el campo de la novela popular se publicó mucho. Muchísimo. Pero lo que hemos de tener claro es que aquí no encontraremos una obra de arte magistral, sino muchas buenas artesanías.
 Quizás todo se resuma en el nivel de expectativas que cada cual se marque. Hace muchos años, cuando éramos jóvenes y salíamos de "caza", un amigo del grupo se marcaba siempre un objetivo de partida: Ligarse a una rubia de ojos azules. Bien, una noche lo consiguió; en efecto era una chica de cabello rubio y ojos azules como el cielo de invierno..., y pequeñita, y regordeta, y malencarada (y soy respetuoso). Tambien Miss Peggy es rubia y tiene los ojos azules...
 Pero, ¿quén fué más feliz aquella noche, él que cumplió sus expectativas o yo, que regresé a casa sólo y borracho?


 Justificación 3ª


 ¿Y porqué no?



 * Y, sin embargo, si alguien quiere hacerse una idea de como estaban distribuídos los roles sociales y sexuales y constatar la presencia de la autoridad nacional católica que rigió este pais durante algo más de cuarenta años del siglo pasado la lectura desapasionada de estas obras es esclarecedora. Remito a los artículos de Jose Ignácio Corcuera el la página del amigo Nicolás Solvanín, Bolsilibros Brugera. bolsilibrosbrugera.wordpress.com/

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